...Ella comenzó a llorar, él solo podía observar sus lágrimas caer, estaba paralizado... al parecer era culpa suya que ella este llorando, pero aun así no sentía que todo fuera culpa suya, o que todo estuviera tan mal...
Eso pensaba mientras se dejaba caer sobre la pared, ella seguí llorando, parecía deshacerse con cada lágrima. El seguía ahí, observándola, no se animaba a soltar palabra, ella continuaba llorando, cada sollozo era como un puñal clavado sobre su pecho: se pregunto si valía la pena esto que estaba haciendo; no se contesto, por miedo a que no le gustase su propia respuesta. Apoyo sus codos en la pared… no era una posición cómoda, pero… al menos así no el dolor del pecho seria menor…
Ella levantó la vista, con los ojos cansados de llorar y llenos de lágrimas lo miró, le preguntó que era lo que trataba de hacer… si le gustaba verla así, llorando, destrozada por su culpa. Él contestó que no, meneando la cabeza, intento decirlo, pero no le salio el aire del pecho para hablar, parecía que estuviese mas cómodo causándole ese horrible dolor en la boca del estomago…
No sabia que decirle… después de lo que había hecho temía que sus palabras terminasen con eso que ellos dos con tanto esfuerzo construyeron, y que él en menos de 25 palabras pudo destruir tan fácilmente, luego de pensar eso… entendió que su miedo era absurdo… mas no así la opresión en el pecho… intento decir algo… pero una vez más el aire estaba más cómodo en su pecho, ella seguía sollozando… la dulce mirada que cargaban sus ojos hace menos de media hora había sido reemplazada por una fría mirada de odio... sus ojos ahora furiosos terminaban agobiando aun mas la opresión que él sentía en su pecho…
Intentó hablar otra vez… pudo al menos con una voz tenue decir “yo solo quise…” pero, ahí no lo detuvo el aire, lo detuvo su pensamiento, ¿Qué diría después de eso? ¿Qué podría justificar eso que había hecho?... ella alzó la mirada nuevamente, con esos ojos llenos de furia lo miró, y se detuvo un rato antes de preguntar entre herida y con ira “¿Vos solo qué? ¿Qué querías hacer? ¿Matarme así? ¿Confundirme más de lo que estoy? ¿Qué? Decime por favor ¿qué?”
Ella tenia razón… no sabia en que pero ella tenia razón, él sabia que la había lastimado, pero también él sabia que era mejor que llore ahora por esto y no luego por algo que él no podría darle…
Así fue como, de sus labios, salio su respuesta… “Yo solo quería protegerte”
Ella aun sollozando se giro hacia él y lo tomó de los hombros… “¿protegerme de qué? ¿De qué mierda me querés proteger? ¡Mira como me dejaste! ¿De que me podes proteger vos?” pregunto, a los gritos, tratando de transmitirle a él su dolor…
No lo pensó mucho… el sabia de que quería protegerla… pero… ¿Cómo decírselo?... meneo la cabeza, sabia que lo iba a decir, pero… no sabia como podía reaccionar ella… “de mi quiero protegerte” dijo, en voz baja… no por miedo ni vergüenza… si no porque el aire no quería salir de sus pulmones…
Ella sin entender sus razones grito “¿pero por qué? ¿Más mierda me podes hacer después que me tenés que hacer esto ahora? ¿Tanto que me decías que me querías? ¿Qué? ¿Era todo mentira? ¿Te gusta verme así llorando?”
Él se quedo inmóvil... mirando al piso… ella lo abofeteo y le exigió “¡Contestame carajo!”
Él levanto la vista… y mirándola a los ojos… le dio la respuesta a todas esas preguntas que ella le había hecho… dijo… con lagrimas en los ojos…. “Sabes que no…”
Las Cosas que nunca quise que escucharas
Cuentos Terminales: De amores, confesiones y locuras
T.B.A.
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